La comunicación comienza desde los primeros meses de vida y va evolucionando en su expresión a medida que el niño crece. Desde pequeños vemos como los niños prestan atención a los cercanos, sonríen, balbucean, siguen peticiones simples como “Donde está la pelota”, logran sus primeras palabras, luego sus primeras frases y así van complejizando su lenguaje.
La pesquisa temprana de trastornos fonoaudiológicos nos permiten realizar diagnósticos precoces e intervenciones oportunas en la menor cantidad de tiempo posible.
Esto significa que existen habilidades previas al lenguaje que permiten que este se desarrolle correctamente. A estas las llamamos “Precursores del lenguaje”. Estas habilidades incluyen el contacto ocular, sonrisa social, atención a los sonidos del ambiente y vocalizaciones involuntarias
Atención a los sonidos del ambiente, localización de la fuente sonora, responder al nombre, responder con gestos ante palabras como “hola” o “chao”, reaccionar ante el NO, reconocer objetos simples, seguir instrucciones sencillas, balbuceo, jerga.
Señala con el dedo, uso social de los objetos (realiza la acción de la función del objeto. Peineta para peinarse)
La pesquisa temprana de trastornos fonoaudiológicos nos permiten realizar diagnósticos precoces e intervenciones oportunas para lograr superar las dificultades que presente cada niño en el ámbito de la comunicación en la menor cantidad de tiempo posible. Estas acciones favorecen al niño tanto en su capacidad de relación social como en la evolución de sus capacidades cognitivas.
Francisca Vidal Pomés
Fonoaudióloga/consultora de lactancia IBCLC